Devaluación del peso boliviano

 No cabe duda de que Bolivia fue el país más afectado en América Latina por la crisis de endeudamiento internacional de 1982. La tardanza en reconocer internamente la naturaleza de la crisis, en diseñar los remedios apropiados para contrarrestarla y, finalmente, la extrema debilidad gubernamental para instrumentar los correctivos necesarios profundizaron sus repercusiones internas. La manifestación más importante de la progresiva desintegración de la economía boliviana fue sin duda el episodio hiperinflacionario de Abril de 1984 a Agosto de 1985, cuando los precios aumentaron 625 veces en esos diecisiete meses. El desarreglo monetario cuyos primeros síntomas aparecen a principios de 1982, para irse agravando progresivamente, vino a injertarse en una crisis de producción que ya se la observaba desde 1978. Esta crisis de producción a su vez causó un deterioro de las finanzas del sector público enmascarado por el recurso al endeudamiento exterior. Los crecientes déficit fiscales desde fines de los años setenta fueron en efecto financiados principalmente con créditos externos. Al cerrarse éste por causas que escapaban en gran parte al control del gobierno boliviano, se produjo la secuencia ya clásica de colapso cambiario, seguido de medidas de ajuste para remediar el estrangulamiento externo y de presiones internas que, para ser satisfechas, daban lugar a un crecimiento del endeudamiento interno por la vía de la creación de dinero. En este escenario no debe causar sorpresa la eclosión de altas tasas de inflación. Como en casi todos los países latinoamericanos, la política económica boliviana se ha centrado en el período 1982-1985, en los mecanismos de ajuste externo por una parte, y en la lucha contra la inflación por otra. La reactivación de la economía no ha sido una preocupación mayor. En este trabajo se examina el contexto y el proceso de formulación de las principales políticas de estabilización ejecutadas en Bolivia desde los primeros meses de 1982, hasta septiembre de 1985. Se da énfasis en el estudio, al análisis de las principales restricciones de carácter institucional y se propone una evaluación de los instrumentos principales.

Las fallidas experiencias de estabilización y el todavía frágil contenimiento de la inflación desde Septiembre de 1985, invitan pues a una discusión de las causas de su fracaso y de las debilidades inherentes en última instancia. Aunque el foco de la discusión está en los problemas bolivianos, creemos que nuestra presentación tiene carácter general. En efecto, los problemas de estabilización siguen siendo muy importantes en toda la región, y están lejos de haber sido resueltos.

El colapso cambiario de Marzo de 1982 señala el inicio del período de caos financiero. En Febrero de 1982 se había devaluado el peso en un 43.2%, pero esta devaluación fue claramente insuficiente. No hay que olvidar que en esos momentos se vivía una de las fases más agudas de la crisis mundial de endeudamiento. Al tener que hacer frente a obligaciones externas crecientes y al haberse cerrado las fuentes de nuevos créditos internacionales, la posición de reservas 

internacionales se volvió insostenible, además de que el público, anticipando la situación, comenzó a comportarse especulativamente. De esta manera, el gobierno tuvo que abandonar el régimen de tipo de cambio único y reemplazarlo con un sistema dual: con un tipo de cambio fijo oficial válido para algunas pocas transacciones y un cambio libre y flotante para todo el resto. 


Cambio Boliviano Peso - Cambio Peso Dolar



https://www.econstor.eu/bitstream/10419/72844/1/622402501.pdf 

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