TIPOS DE CAMBIO AFECTAN A...
En los últimos años, varios distinguidos economistas latinoamericanos han insistido en la conveniencia de flexibilizar los tipos de cambio nominales en los países de la región, a fin de establecer un tipo de cambio real competitivo y estable, que contribuya a resolver la restricción externa al crecimiento (Bresser-Pereyra, 2006; Bresser-Pereyra y Gala, 2008; Frenkel, 2006, 2007 y 2008; Galindo y Ros, 2008; cepal, 2012).1
La teoría convencional postula que una devaluación de la moneda elevará las exportaciones si:
• los precios de las mercancías se expresan en la moneda del país exportador, y no se determinan con base en el mercado,
• la demanda externa es elástica al precio,
• la oferta exportable también es elástica.
aunque estas condiciones se cumplan, los efectos negativos que una devaluación nominal produce en las hojas de balance de los agentes económicos de los países en desarrollo superan las ventajas que esta medida puede tener en la competitividad de sus exportaciones, por lo que es preferible recurrir a otras políticas para elevar el crecimiento económico con equilibrio de la balanza comercial. Este resultado se debe a imperfecciones en los mercados financieros, que afectan con mayor intensidad a las empresas exportadoras de esos países; y también a la estructura oligopólica del comercio internacional, donde las ventajas competitivas dependen en mayor grado del avance tecnológico y las externalidades positivas que las empresas reciben de sus gobiernos, que de los costos laborales relativos.
Los efectos financieros de una devaluación en las economías en desarrollo, como se ha mostrado, son negativos y de gran magnitud, porque implican cambios en acervos, y afectan las decisiones de inversión de las empresas. El traspaso del tipo de cambio a la inflación es un fenómeno complejo, porque depende de la manera como se resuelvan los conflictos distributivos entre agentes internos y externos con muy diferente poder de negociación. Por esta razón, también, el efecto de la devaluación en la inversión y el empleo es difícil de predecir.
El tipo de cambio real competitivo, en estos trabajos, se concibe como la relación entre los precios de los bienes comerciables y los que no lo son a la cual se equilibra la cuenta corriente de la balanza de pagos. Bajo el supuesto de que los costos laborales representan el factor más importante en la determinación de los precios, el tipo de cambio real entre dos países se suele representar por la relación que hay entre sus respectivos costos laborales unitarios. En el mundo actual, con mercados globales y un sistema monetario internacional desprovisto de un ancla, que genera liquidez en exceso de las necesidades del comercio mundial, esta interpretación de los tipos de cambio reales es cuestionable, especialmente en los países de menor desarrollo.
Al respecto, Castaignts (2004) observa que el tipo de cambio real en estas economías no depende tanto de lo que suceda en el proceso de producción y distribución, como de lo que ocurra en su mercado financiero; pues la dolarización de pasivos o las fugas de capital son los factores más influyentes en la determinación de los tipos de cambio.
La investigación empírica ha revelado que las devaluaciones, o la sola incertidumbre respecto a la evolución futura del tipo de cambio, tienen efectos negativos en la dinámica exportadora de los países. Berman y Berthou (2009) estudiaron la influencia de las variaciones cambiarias sobre el crecimiento de las exportaciones en una muestra de 27 países desarrollados y en desarrollo, durante el periodo 1990-2005. En sus modelos incluyeron como variables independientes, además de las convencionales como el pib del país importador, el del exportador y los precios relativos, otras variables representativas del grado de desarrollo del mercado financiero y del endeudamiento en moneda extranjera. Sus estimaciones mostraron que el desarrollo financiero influye positivamente en el volumen de las exportaciones, pero el endeudamiento en moneda extranjera ejerce un fuerte efecto negativo, que anula el efecto positivo del tipo de cambio en la competitividad. Estos autores también observaron que los efectos de las dos variables financieras incluidas eran más fuertes en el subconjunto de los países en desarrollo que en el de los países desarrollados incluidos en su muestra.
Damos como conclusión que:
• La alta dolarización de pasivos que caracteriza a las economías en desarrollo dificulta el uso del tipo de cambio para estabilizar la balanza de pagos, pues una devaluación tiene graves repercusiones en la solvencia de los agentes económicos.
• Debido al efecto que la devaluación produce en las hojas de balance de los países en desarrollo, esta medida es fuertemente penalizada en las calificaciones crediticias internacionales, y condiciona los refinanciamientos de las deudas externas.
• En el proceso de integración global de la producción, los tipos de cambio reales y los costos laborales unitarios relativos han mostrado una influencia declinante en la competitividad de los países, la cual está más influida por el adelanto tecnológico.
• Las empresas exportadoras de los países en desarrollo tienen desventajas de origen frente a las empresas trasnacionales, por las externalidades positivas que éstas obtienen de sus gobiernos (renta de aglomeración), y porque registran una alta dolarización de pasivos.
• Mantener el objetivo de estabilizar el tipo de cambio nominal, que tácitamente han adoptado los países emergentes en los últimos años.
• Elevar la competitividad mediante políticas financieras que estimulen el crecimiento de la productividad, por medio del mejoramiento de la infraestructura productiva y el fortalecimiento del mercado interno.
• Dar prioridad a la sustitución de importaciones respecto a la promoción de exportaciones, considerando que los beneficios marginales, en términos de ahorro de divisas, serían menos inciertos y de mayor magnitud, en comparación con los ingresos marginales por las ventas externas de nuevos productos.
Anexo un video para que quede un poco más claro el papel del tipo de cambio en las devaluaciones.
RECUPERADO DE:
Mántey, G. (2013). ¿Conviene Flexibilizar El Tipo De Cambio Para Mejorar La Competitividad? Problemas Del Desarrollo. Revista Latinoamericana de Economía, 44(175), 9–32. https://doi-org.proxydgb.buap.mx/10.1016/S0301-7036(13)71900-X
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