Devalución de empresas

 La amenaza de una devaluación repentina, ya sea por un shock económico externo o por inestabilidad política, ya no es un riesgo prioritario en América Latina, salvo, quizás, en Venezuela y Ecuador, donde las monedas locales están controladas por el gobierno y el riesgo político es alto. 

Las economías y las monedas de América Latina en general están bien administradas, con bancos centrales cada vez más independientes y una disciplina fiscal aceptable. Las grandes reservas extranjeras de las mayores economías de la región, combinadas con flujos de capital diversos, remesas confiables y fuertes exportaciones de materias primas, son un soporte sólido para las monedas. 

Los Objetivos de las Empresas en Latinoamérica

El péndulo político parece incluso haber encontrado un equilibrio en el centro, un centro que es mayormente favorable a los negocios, siempre y cuando éstos cuenten con paciencia y grandes billeteras. En un entorno macroeconómico y político tan prometedor, un inversor podría preguntarse: ¿por qué no tenemos presencia en América Latina? Es una pregunta que resuena en las salas de juntas de todo el mundo. Las empresas claman por entrar a los mercados latinoamericanos, especialmente a Brasil.

Las empresas extranjeras, habituadas a competir en mercados saturados como Alemania, Estados Unidos o Japón, podrían ver con buenos ojos un entorno competitivo donde sus productos y sus modelos de negocios ya probados puedan brillar con todo su encanto. Pero la competencia en América Latina no siempre encuentra condiciones equitativas. Los competidores locales pueden acceder a una serie de ventajas para vender a precio más bajo o para superar las estrategias de las empresas extranjeras, incluso las de aquellas que llevan muchos años en la región. Antes que nada, las empresas locales no están sometidas al mismo nivel de escrutinio ni enfrentan los mismos riesgos legales que las empresas de América del Norte y Europa en licitaciones de obras públicas. 

Las prácticas nepotistas y corruptas son comunes en los licitaciones públicas en América Latina, muchas veces a niveles casi inocentes, pero aún así fuera del alcance de operaciones extranjeras sometidas a un alto nivel de supervisión. Algunas empresas locales logran no cumplir del todo con las regulaciones, bajando costos y contribuyendo a una mejor posición competitiva en términos de precios. En la mayoría de los países de América Latina, las leyes laborales son onerosas y pueden hasta duplicar el costo de tener un empleado. Obligar a los empleados a renovar contratos temporales cada tres meses, pagar al personal a través del mercado negro, pagarle a los ejecutivos fuera del país, subcontratar ilegalmente y sobornar a los sindicatos son todos ejemplos de los métodos usados para ahorrarse entre 10 y 30 por ciento de los costos laborales.

Definición de Latinoamérica - Comunicación Celam

Las empresas latinoamericanas tienen un legado de grandes ganancias en sus mercados. A medida que el entorno macroeconómico de la región mejore y mientras los mercados europeo y estadounidense continúen regodeándose en su malestar financiero, América Latina seguirá atrayendo a una multitud de nuevos competidores. Orgullosos conglomerados familiares (e intereses extranjeros bien establecidos) que han gozado de décadas de privilegios y ganancias, no se amilanarán ante la llegada de una competencia adinerada. Se plantarán y usarán todas las armas a su disposición para defender su territorio. Como siempre, ganará el que esté mejor preparado.

RECUPERDADO DE:

PRICE, J. (2011). No le tema al déspota ni a la devaluación; témale a su rival. Latin Trade (Spanish)19(3), 24.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Crisis del peso en México